Autor
Cinta de Oro
Me tocó una vida difícil, la lucha contra Big Show, Kahli o cualquier otro no ha sido nada para la verdadera, la que se vive debajo del ring. No me quiero tirar al piso, siempre me libero antes de que cuenten 3.
Crecí entre USA y México, amé la lucha libre gracias a mi abuelo José, jamás olvidare el día en que por primera vez pise una arena de Lucha Libre, el tiempo paso y me convertí en luchador olímpico, conquiste varios títulos y fui becado para luchar en la universidad.
La muerte de mi Abuelo y situaciones familiares me hicieron regresar a mis ciudades de Origen, Juárez y El Paso. Trabajando como funerario y embalsamador, entrene, busqué y encontré mi profesión, aquella que soñaba desde niño: la Lucha Libre.
Nací como luchador con el nombre de Mystyco, me convertí en un héroe local, el luchador favorito de mi pueblo, todo marchaba conforme al plan, hasta que un día me robaron. No sólo mi nombre sino también mi identidad, crearon a otro Místico con la idea y la historia de mi personaje pero no tenia ni el dinero, ni los amigos para defenderme.
Busque recuperarlo y lo único que conseguí fue un veto de todas las arenas de México, crearon la regla de los Místicos, si me daban trabajo, el Místico de la México nunca pisaría esa arena.
El exilio me llevo a buscar un nuevo sueño, pero siempre luché en arenas pequeñas con otro nombre y otro personaje, hasta que un día hice mi prueba para WWE.
Tomaron mis datos y grabaron mi actuación. Después de un tiempo me llamaron para ofrecerme un personaje, el que lo portaba no había dado el ancho y fue así como me convertí en Sin Cara.
10 años después de disfrutar de formar parte de la empresa más grande del mundo, decidí empezar de nuevo, vivir un nuevo sueño, reinventarme y luchar por la vía independiente. Lo conocí y viví todo, era momento de un nuevo reto y que mejor nombre que el de mi ídolo de niño en aquella fronteriza Cd. Juárez: Cinta de Oro, ese sería mi legado.